Acercando el duelo perinatal: características y efectos psicológicos tras la pérdida
La pérdida perinatal, no es un hecho aislado y poco frecuente. Son muchas las familias que se enfrentan a una de las experiencias más duras por las que puede pasar un ser humano, la pérdida de su bebé.
En torno al duelo perinatal se encuentran ideas preconcebidas y populares como:
“Es sólo una célula…”
“Ya tendréis otro hij@”
“¡Si no habéis llegado a conocerlo!”
“Menos tiempo de vida, menos dolor”
“ Mejor así, para que viniese mal…”
“Ha pasado ya mucho tiempo, ¡olvidalo!”
Por un momento, párate…cierra los ojos… toma aire… y, ponte en el lugar de aquellas personas que han vivido la pérdida de su hij@, escucha como te dicen esas frases…¿cómo te llegan? ¿cómo te sientes al escucharlas?¿te sientes comprendid@? ¿te sientes acompañad@?. Si hemos hecho este pequeño ejercicio, nos podemos hacer una pequeña idea del sufrimiento por el que pasan algunas personas que han perdido a su hij@.
Todas estas ideas y muchas otras que circulan por la sociedad actual hacen que las personas que lo sufren se sientan desplazadas, incomprendidas, sin apoyo social y, en consecuencia en soledad a la hora de afrontar una experiencia tan dura como la de perder a un hij@.
El duelo perinatal presenta una serie de características que lo diferencian de otros tipos de duelo, convirtiéndolo en un duelo múltiple. Estas características son: la pérdida del hij@ proyectado, la pérdida de la plenitud de la pareja, la pérdida de una etapa de la vida (maternidad y paternidad), la pérdida de algún aspecto de sí mismos como resultado del embarazo y de tener ese hij@, la pérdida de un sueño y una creación y, en algunos casos, la pérdida de la posibilidad de tanscendencia (Fuentetaja y Iriondo, 2018). Todo ello debe ser abordado de cara a una intervención psicológica.
Hasta aquí algunas de las características del duelo perinatal pero, ¿qué efectos psicológicos conlleva la pérdida de un hij@?
Esta experiencia tiene repercusiones a nivel emocional, social, la vida de pareja y los vínculos sociales inmediatos. Algunos de estos efectos psicológicos son: tristeza, culpabilidad, síntomas somáticos, ansiedad ante la muerte, depresión, culpa, preocupación en los siguientes embarazos, rabia, shock, enfado, tensión muscular, insomnio, dolor de cabeza, cansancio, dificultades de concentración, vivencia del trauma con ideas intrusivas y fantasías sobre el embrión/feto, falta de apetito, aislamiento social… (Santos, Yañez, Al-Adib, 2015).
Con estas pinceladas sobre el duelo perinatal podemos ver la importancia del tema de cara a un abordaje terapéutico y para las personas que lo sufren.
Espero haber podido acercaros esta realidad, la realidad de muchas personas a las que les toca vivirlo en su propia piel.
Un abrazo a tod@s
Ester Martín Lafuente